De paso por La Habana:
Colo-Colo en Cuba en 1927

La gira internacional de 1927 ocupa un lugar primordial en la historia de Colo-Colo. Fue gracias a este viaje que el club se consolidó como la institución de referencia para el fútbol chileno y fue a partir de entonces que se convirtió en el equipo más popular del país, sitial que conserva hasta la actualidad. Más importante aún, fue durante esta travesía cuando forjó gran parte de su identidad y encontró en la tragedia de su fundador, David Arellano, el símbolo que habría de guiar sus pasos por el resto de su historia.

Sin embargo, por comprensibles razones, las menciones a esta gira suelen centrarse en el periplo por tierras europeas, específicamente España y Portugal, dejando de lado los partidos que se jugaron en Ecuador, México y Cuba. Son los dos partidos que Colo-Colo disputó en este último país los que nos proponemos rememorar en este artículo.

Tras zarpar desde Iquique y después de jugar un par de encuentros en Guayaquil, Colo-Colo arribó a Cuba el 24 de enero de 1927 en el vapor "Venezuela", el cual fue abordado por la delegación luego de cruzar el Canal de Panamá. En la isla fueron recibidos por el entonces cónsul de Chile, Luis Reconrret, así como por una buena cantidad de periodistas y otros curiosos que por allí pasaban. Pese a que el fútbol incluso hasta nuestros días no goza de una gran popularidad en la nación caribeña, la llegada de los albos tuvo una importante cobertura en los medios locales. Prueba de ello es que el Diario de La Marina, periódico fundado en 1832 y considerado el decano de la prensa de ese país, anunció en la portada de su suplemento deportivo el debut del cuadro chileno, el cual tuvo lugar el viernes 28 de enero frente a un combinado del Real Iberia y el Juventud Asturiana.

Colo-Colo 1930

Diario de La Marina - 28 de enero de 1927

Un día antes del partido, dicho periódico le dedicó una extensa crónica a Colo-Colo, titulada "El formidable equipo chileno se enfrentará en el día de mañana al Real Iberia, que es el campeón". La misma destacó los logros obtenidos hasta ese entonces por el club, pese a contar solo con pocos años de vida, y en especial las sonadas victorias que obtuvo en Ecuador antes de llegar a Cuba.

Colo-Colo 1930

Partido contra el Real Iberia-Juventud Asturiana.

El día del partido, Colo-Colo saltó a la cancha del Almendares Park con Guerrero; Figueroa y Poirier; Saavedra, González y Morales; Schneeberger, David Arellano, Olguín, Subiabre y Muñoz. A su vez, el conjunto cubano se presentó con Ocampo; Constante y Goyo; Mieres, Candasu y Arenas; Gacha, Torres, Edelmiro, Berges y Francisco “Panchito”.

Pese a no realizar un mal partido y contar con el viento a su favor durante la primera mitad, el Real Iberia-Juventud Asturiana se mostró incapaz de frenar el juego asociado y el empuje del Cacique, que abrió el marcador a los 40’ del primer tiempo con un penal servido por Muñoz. Ya en el segundo parcial, los albos cerraron el partido con goles de Arellano y nuevamente Muñoz, para un contundente 4:1. El descuento de los cubanos fue obra de “Panchito”. Es importante mencionar que otras fuentes, como las recogidas por el historiador Sebastián Salinas en su excelente libro “Por empuje y coraje” (2004), señalan que los goles de Colo-Colo fueron obra de Subiabre, Muñoz, Schneeberger y Arellano.

Por eso mismos días, la Revista Bohemia, que en esos años correspondía a una publicación orientada a la vida social, espectáculos, política, moda, cultura y deportes, publicó una fotografía de la delegación colocolina en su llegada a La Habana, en la que se puede ver a los jugadores con el clásico sombrero tipo “hallula”, tan de moda en aquellos años.

Colo-Colo 1930

Delegación en La Habana (Revista Bohemia)

El 30 de enero de 1927 tuvo lugar el segundo partido del equipo de Arellano en tierras cubanas, esta vez frente al Sport Fortuna. Lamentablemente, aquel encuentro no tuvo nada de "afortunado". El equipo local, campeón en 1925 y que contaba entre sus filas con jugadores del Atlético Madrid, se propuso vengar el honor del fútbol cubano y ganar el partido a toda costa. Tanto es así que, en los días previos, los jugadores de Colo-Colo recibieron mensajes amenazantes y el día del match se designó como árbitro a un tal Mr. Naf, conocido por sus cobros favorables hacía los conjuntos locales. Estas prácticas estaban lejos de ser una excepción en Cuba. Ya las había padecido el Galicia Sporting Club de Nueva York y las sufriría meses después Nacional de Montevideo, que cayó 2:4 con el Juventud Asturiana, al mismo que le ganó luego 8:1 en un partido con un arbitraje normal.

Colo-Colo formó en esta ocasión con Cortés al arco; Figueroa y Poirier en defensa; Saavedra, González y Francisco Arellano en el medio terreno; y una línea de delanteros compuesta por Moreno, David Arellano, Olguín, Subiabre y Muñoz. El Fortuna, dirigido por Enriquito González, se presentó en tanto con Enrique, Miró, Carlos Díaz, Lluhl, Strauss y Lage; Cachán, Pipa, Borrazán, Cosme y Katzer.

Colo-Colo 1930

Partido contra el Fortuna (Revista Bohemia).

Ya desde el comienzo del encuentro Mr. Naf inclinó la cancha a favor de los cubanos con una serie de cobros cuanto menos dudosos. Hacía la media hora de juego, el Fortuna abrió la cuenta por intermedio de Cachán (Cosme según otras fuentes), quien cabeceó en el área chica luego de empujar al arquero colocolino adentro del arco. Pese al incidente, los de Arellano no bajaron los brazos y consiguieron el empate al filo del primer tiempo gracias a impecable tiro libre de Óscar González.

La segunda parte arrancó con dominio del Sport Fortuna, pero cuando Colo-Colo comenzó a emparejar las acciones vino la polémica. A los 50’ minutos, el árbitro Naf señaló penal a favor de los cubanos por una supuesta mano en el área, pese a que la sanción vino luego de que uno de los atacantes del Fortuna le propinara una patada en pleno estómago a Guillermo Saavedra. Los albos se sintieron con toda lógica robados y decidieron abandonar la cancha, por lo que tuvo que intervenir el presidente de la Federación Cubana, Mr. Campbell, e incluso el capitán de la policía.

Para poder continuar con el juego, se decidió reemplazar al árbitro Mr. Naf por Guillermo Pérez, arquero suplente del Fortuna. Pocos minutos después, González empata otra vez luego de una semi melee en el área de los cubanos (otras fuentes indican que el gol fue de Subiabre), sin embargo, diez minutos antes del término del partido, el árbitro volvió a cobrar una supuesta mano penal de Saavedra, que Pipa cambió por gol pese a los reclamos de los albos. Para peor, en el tiempo restante, el equipo chileno debió hacer frente a las acciones violentas de la defensa de los cubanos y, una vez más, a los cobros del árbitro, quien ignoró una clara mano dentro del área favorable a Colo-Colo y finalizó el partido cinco minutos antes del tiempo reglamentario sin razón alguna.

Al día siguiente, los medios locales se hicieron eco del escándalo y ofrecieron toda clase de atenciones a los colocolinos como compensación. Incluso el diario El Sol de la Habana, en su crónica recogida en el libro de Sebastián Salinas, cuestionó los poco decorosos métodos del Fortuna y alabó el juego del Cacique. Aunque no todos los medios concordaron con este análisis. Para el Diario La Marina, por ejemplo, el cometido de Mr. Naf como árbitro fue “intachable” y los reclamos del conjunto nacional injustificados y originados por no haber sido tomados en cuenta por la federación cubana al momento de designar al referee.

Sea como sea, Colo-Colo se quedó con las ganas de la revancha luego de que la federación cubana ofreciera el partido en fechas imposibles de aceptar para los chilenos. Finalmente, el equipo de Arellano dejó Cuba el 5 de febrero de 1927, sin sospechar que tendrían que pasar más de 49 años antes de que los albos regresaran a la isla.


Colo-Colo 1930

Crónica previa al primer partido


Colo-Colo 1930

Titular dle triunfo contra Real Iberia-Juventud Asturiana


Colo-Colo 1930

Titular Diario de La Marina


Colo-Colo 1930

Imágenes del partido contra Sport Fortuna (Diario de La Marina)


Agradecemos a don Jaime Arenas por su investigación en La Habana.



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